La indemnización con baja laboral es más conocida y mejor comprendida. A fin de cuentas, durante el tiempo en que el trabajador presente reducciones anatómicas o funcionales severas no podrá prestar sus servicios. Esto supone que tampoco percibirá su salario, de modo que será fácil cuantificar el perjuicio sufrido.
La propia baja laboral somete al trabajador a un control sanitario, lo que implica que se producirá más documentación clínica. Esto supone una mayor cantidad de herramientas sobre las cuales elaborar una buena estrategia de reclamación.
Por tanto, toda la documentación clínica deberá conservarse y entregarse al abogado, que la utilizará para fundamentar la reclamación. En este sentido, es de especial relevancia el informe pericial, del que hablaremos más adelante para que el lector entienda su importancia.
Cómo se indemnizan los días de baja laboral
Evidentemente, los días de baja laboral estarán cubiertos por las correspondientes prestaciones de la Seguridad Social (en general, una incapacidad temporal). Esto supone un cobro de entre el 60 y el 75 % del salario, dependiendo de si la baja es de tipo profesional o no y de su duración.
Esta prestación es compatible con la indemnización que deba abonar la aseguradora. Para calcular la indemnización, debemos acudir de nuevo al baremo, regulado en la Ley 35/2015 y que ya hemos analizado en un apartado previo.
Como se ha señalado al hablar de este baremo, los días de perjuicio personal básico y moderado son perfectamente compatibles con el trabajo. Cosa que no ocurre, por supuesto, con los días de hospitalización. De modo que a la hora de calcular la indemnización con baja laboral, tendremos que sumar:
– Las cuantías correspondientes a los días de hospitalización y perjuicio personal básico y moderado.
– Los daños materiales.
– En su caso, la indemnización por secuelas.
Esta indemnización se pagará por la aseguradora, de modo que será complementaria a las prestaciones de la Seguridad Social.
De hecho, la Sentencia del Tribunal Supremo n.º 535/2012 determinó que esta compatibilidad puede producirse incluso en los casos en los que sean los familiares del fallecido quienes reclamen ambas prestaciones.
Nótese, sin embargo, que en el caso resuelto por esta Sentencia solo se concedieron las prestaciones de la Seguridad Social, ya que la familia no reclamó la indemnización por baremo. Por tanto, una mejor estrategia procesal les habría conducido a cobrar por ambos conceptos. Lo cual sirve como ejemplo para entender la importancia de contar con asesoría jurídica especializada a la hora de reclamar una indemnización tras un accidente de circulación.
La importancia de una pericial médica con baja laboral
Como hemos comprobado, la cuantificación de una indemnización por accidente de tráfico depende enormemente del alcance de las lesiones, tanto en un sentido temporal como sanitario. El perito médico es el profesional encargado de analizar al accidentado y determinar:
– Qué días se consideran de perjuicio personal y, en su caso, cuántos son básicos y cuántos moderados.
– La valoración de las secuelas, que vienen reguladas mediante una horquilla de puntos de la que dependerá la cuantía final de la indemnización.
El informe pericial servirá al abogado para poder reclamar a la aseguradora la indemnización correspondiente. Como es previsible, las aseguradoras tienden a reducir la indemnización en la medida de sus posibilidades.
Esto puede provocar que se haga una oferta al accidentado muy inferior a la cuantía que realmente tiene derecho a reclamar. Sin la asesoría adecuada, se corre el riesgo de aceptarla. Además, en caso de querer reivindicar una cuantía superior, será necesario fundamentar la petición. Para ello, tanto en sede judicial como extrajudicial, el abogado necesitará este informe pericial, que tiene el valor de una prueba objetiva y científica.
En definitiva, tras un accidente de circulación es fundamental que obtengamos un informe pericial, tanto si se solicita la indemnización con baja laboral como si no concurre esta baja. Este informe será determinante para la estrategia procesal del abogado.