Una indemnización por lumbalgia es una de las maneras en las que puede acabar un accidente de tráfico.
Sin embargo, por diversas circunstancias, no siempre se da. Podemos señalar, por otra parte, que, en el marco de la desgracia que supone haber padecido uno de estos siniestros, recibir una compensación económica se convierte en un escenario deseable.
A continuación, contamos cómo podemos conseguirla.
¿En qué consiste este tipo de dolencia?
Las lumbalgias se caracterizan por la aparición de unos dolores más o menos constantes en la espalda. Se trata de unas de las dolencias más comunes que experimentamos las personas. No en vano, en nuestro país, las lumbalgias son la primera fuente de bajas laborales, por lo que podemos imaginar su gran incidencia entre la población.
Sus síntomas, por otro lado, pueden surgir de una manera gradual o más sobrevenida. Esta última tiene que ver, por ejemplo, con los supuestos de los accidentes de tráfico.
Las lumbalgias que se producen en los siniestros de tráfico
Diagnosticar lumbalgia es muy habitual cuando se produce un accidente de tráfico. A grandes rasgos, si nuestro vehículo colisiona contra otro o algún elemento de las vías, se va a generar un impacto caracterizado por la combinación de la fuerza con la que circula el coche y la masa contra la que se ha producido el choque.
Como se va a dar un desplazamiento rápido entre el cuerpo de la persona y el asiento, asimismo, sucede un golpe que se caracteriza por la multiplicación de la masa y la aceleración. Por consiguiente, se ocasiona la absorción de una violenta fuerza por parte de la espalda.
Los matices entre las lumbalgias propias de estos accidentes
Por lo general, los diagnósticos más frecuentes cuando se observan estas incidencias en la carretera son los de latigazo cervical y lumbar. A grandes rasgos, la diferencia reside en la zona de la espalda en la que se hayan producido los daños.
En el latigazo cervical, la absorción de la fuerza liberada en el impacto recae en la parte de la espalda cercana al cuello. Por su parte, el latigazo lumbar se encuentra hacia la parte baja de la espalda. Se trata de un área sensiblemente más amplia que en la que se concretan los latigazos cervicales.